Sábado 26 de Septiembre, 2020
del Embarazo No Planificado en Adolescentes
El 26 de septiembre, se conmemora el Día Mundial de Prevención del Embarazo no planificado en adolescentes. Esta es una campaña educativa que tiene como objetivo principal el crear conciencia sobre la problemática del embarazo en adolescentes a nivel mundial. El mensaje no se limita simplemente a evitar los embarazos no deseados, sino también a prevenir el contagio de enfermedades venéreas y al conocimiento de los estudiantes sobre el desarrollo de su propio cuerpo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el embarazo adolescente o embarazo precoz, es aquel embarazo que se produce entre los 10 y 19 años, periodo denominado como adolescencia. La OMS considera el embarazo adolescente un problema culturalmente complejo, razón por la cual, alienta a retrasar la maternidad y el matrimonio para evitar los altos índices de mortalidad materna y mortalidad de recién nacidos así como otras complicaciones sanitarias, parto prematura, bajo peso, preclampsia, anemia, asociadas al embarazo de jóvenes adolescente.
El embarazo tiene mayores repercusiones en jóvenes y adolescentes en situación de vulnerabilidad social, puesto que contribuyen a la exclusión social y reproducción de los ciclos de pobreza. La exclusión social se manifiesta en las dificultades para continuar en el sistema educativo, y en la situación económica y familiar, al limitarse los recursos necesarios para dar continuidad al proyecto de vida.
El embarazo en adolescentes constituye hoy en día un problema multifactorial, que amplía las brechas sociales y de género entre la población, ya que altera el proyecto de vida de la adolescente embarazada y de su entorno familiar, y tiene importantes repercusiones negativas en la salud y el desarrollo psicosocial de la adolescente. Por ello, prevenir su ocurrencia y erradicar el embarazo infantil es fundamental.
Se requiere un enfoque holístico para abordar el embarazo adolescente. Esto significa no centrarse en cambiar el comportamiento de las niñas, sino abordar las razones subyacentes del embarazo adolescente, como la pobreza, la desigualdad de género, las presiones sociales y la coacción. Este enfoque debería incluir proporcionar educación sexual integral apropiada para la edad de las niñas y niños, prevenir el matrimonio infantil, la violencia sexual y la coacción, construir sociedades equitativas para los géneros, empoderando a las niñas e involucrando a los niños y garantizando el acceso de los adolescentes a la información de salud sexual, afectiva y reproductiva.