Martes 21 de Junio, 2022
Conmemoración Nacional
CELEBREMOS A NUESTROS PUEBLOS ANCESTRALES
Todos nuestros pueblos originarios, al comenzar el mes de junio, se preparan para celebrar la llegada de un nuevo año, con el nacimiento del solsticio de invierno, que es un periodo en que el sol, se acerca a la tierra, época en donde es posible iniciar, una nueva siembra (Día más corto y noche más larga del año).
Su cosmovisión contempla que, durante este periodo, que va desde el 21 al 24 de junio, se realizan rituales y ceremonias de renovación y purificación. Cada pueblo originario denomina de distintas formas a la fiesta del Año nuevo, así en lengua Mapuche, se nombre como We Tripantu, en Aymara Machaq Mara, en Quechua Inti Raymi, en Rapa – Nui Aringa Ora o Koro, y en Atacameña Likan Antai.
Culmina un ciclo y comienza el renacer de la naturaleza; sus aguas, sus plantas y animales sienten la energía que les brinda esta renovación y es en este punto, donde la tierra cambia.
El Papa Francisco, reconoce la riqueza de los pueblos indígenas, quienes han heredado y practican culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente. Retienen, además rasgos sociales, culturales, económicos y políticos que son distintos a los predominantes en las sociedades en las que viven, su presencia nos recuerda que no podemos disponer de los bienes comunes al ritmo de la avidez del consumo. Es necesario que existan límites que nos ayuden a preservarnos de todo intento de destrucción masiva del hábitat que nos constituye.
Los saberes ancestrales son un invaluable legado para nuestra identidad como país, son fundamentales para la integración del territorio.
EL MUNDO SIGUE, LA TIERRA CAMBIA